martes, 14 de junio de 2011

Still alive

Con mis cinco sentidos en funcionamiento, y mis ganas increíbles de autodestruirme fue creando un paralelo entre presente, pasado, futuro, realidad y utopía.
Espero que sea una de las últimas veces, si no es la última vez, que toco este tema. Digamos que no me duele como solía dolerme porque sé que lo que busca es tranquilidad, obviamente yo no puedo ofrecer equilibrio ahora, y lo ha/está intentando conseguirla por otro lado.
Estas notas están con la fecha en la que fueron escritas, entre sueño, molestia, cansancio y bipolaridad en el medio.


09/06/11

Hoy que no estás, el mundo se ha vestido de gris

Como promesa personal iba a escribir el día que mi estado emocional se equilibrara, sorry no sé respetar promesas propias y no tenía un plan de contingencia establecido para todo este tema.

No me siento del todo bien, pero he asimilado, debo decirlo, con bastante madurez una etapa que pensé que me ahogaría. No he logrado del todo cerrar este tema de manera física pero lo he hecho de manera emocional, digamos mental. He tirado palabras al viento y recuerdos al mar, he guardado celosamente los momentos y por decisión propia decidí no botarlos. He mirado los hechos de distintos ángulos, tratando de adaptarme a la mejor opción. Digamos que no dejé que mi corazón se apoderará de momentos amargos y que se quedará con la ternura de ti. Sí, ternura, es lo que solía ver tus ojos cuando tenía contacto con los míos. Recuerdos las vueltas interminables que me dabas al cargarme y que tus besos en el cabello o en la frente eran porque sabías lo importante que eran para mí. Tengo tu sonrisa cuando mordía los labios y el gesto de travesura cuando hacías algo. El aroma de tu cabello por las mañanas y tu compañía virtual por las noches.

Fui al mar para hacer una despida, para poder concluir lo que nunca se concluyó, lo realicé, te dije muchas cosas que hubiese querido decírtelas de frente y lo intenté pero la señal no lo quiso. No te reclamé nada, tranquilo, tampoco me reprimí, solo quería que estuvieses consciente de que me ha dolido, pero que no hay rencor aquí, que todo está tranquilo y que respeto profundamente tu relación, ¿sabes por qué? Por qué así como te lo dije mil veces, es una persona que sé que vale la pena y que realmente puede proporcionarte todo lo que yo en las circunstancias que me encontraba no podía. Discúlpame si alguna vez, sin intención o tal vez con intención te hice sentir mal, discúlpame si te hice sentir desequilibrado, discúlpame si tuve algún error que no percibí. Yo te disculpé a ti, por no hablar, por no decir las cosas de frente, por decir entre líneas lo que realmente querías, disculpé tu confusión, disculpé tus instintos. En primera instancia no entendí nada, no entendí que pasó, y por momentos en mi mente aparece la siguiente palabra "I'm a girl not a toy". Probablemente te equivocaste, probablemente muchas de las palabras de las que usé como escudo dolieron.

Pero lo que construiste con una mano, lo destruiste con la otra. Hoy te puedo decir que puedo verte a los ojos con la misma transparencia que siempre lo hice, sabías todo lo que pasaba por mi cabeza, sabías todos los miedos tenía y tengo. Pero no comprendías la situación, es difícil ¿sabes?, pero ya no tanto, porque todo era cuestión de hablarlo. Sin darte cuenta me ayudaste a cerrar mi proceso, pero me abriste uno al que se une varios retos que poco a poco se irán cumpliendo, espero.

Por lo pronto quiero verte sonreír con la misma ternura y alegría que siempre tenías adentro, eres un niño grande, siempre te lo digo. De lo único que consciente es que llegaste, marcaste una huella grande y luego te fuiste así, sin decir nada.

10/06/11

Siempre quedará

Confirmé lo que pensaba, me agrada saber que mi instinto está en funcionamiento de nuevo. Aunque, para ser verdad, era bastante obvio que lo emprenderías con ella.

De una manera u otra fui el vínculo para que te dieras cuenta de lo que sentías ahí adentro, pero por otro lado me fastidia la manera como manejaste las cosas. En realidad no fue la forma idónea.

Es inevitable no sentir aborrecimiento sobre los hechos simultáneos, increíblemente complicada la situación. Me he tragado muchas palabras del entorno, muchas jodas, muchas bromas que dolían un montón porque aunque no fuesen del todo malintencionadas tenían una carga poderosa, a las que yo respondía, claro esta, con una sonrisa de oreja a oreja y con carcajadas increíbles.

Debo aceptar, que lograste que volvieran complejos que pensé que habían pasado. Sacaste, en algún momento, lo peor de mí, digamos los celos, los complejos, la obsesión e incluso limitaciones. Intentaste que cambiaran aspectos de mí, probablemente querías que sea lo más parecido a ella, o lo más perfecto para ti.

Me di cuenta de tus contradicciones de algunas mentiras, no sé si blancas o negras, pero mentiras al fin. No fue sencillo aceptar el cambio de imagen tan brusco que diste, porque simplemente no fue poco a poco, fue de la noche a la mañana, y con una intensidad increíblemente amenazadora. No culpo tu falta tu madurez, no culpo tu falta de control, no culpa tu obsesión, no culpo tu egoísmo, no culpo a tu corazón. Tampoco culpo la circunstancia, tampoco lo culpo a él, tampoco culpo mi manera de querer. No busco culpables, no busco absolutamente nada. Porque simplemente no lo encontraré.

Creo que la opción elegida fue la correcta, el hecho de no mirar para atrás de no preguntar, de no renegar del pasado. No voy a ser hipócrita y decir “me da igual lo que hagas o lo que dejes de hacer”. Porque simplemente no es de esa manera. Es distinto, porque yo lo sentí, aquí adentro, porque por primera vez había dejado que este corazón que no cree en nadie, creyera sobre encima de mis intuiciones, que me tragara todos los hechos que me molestaban, que sea 100% sincera contigo y que no guardara nada adentro.

No me arrepiento, he aprendido muchísimo en muy poco tiempo, en un lapso realmente corto; pero lamentablemente me decepcionaste en el alma, no como persona sino como hombre.

11/06/11

The hardest thing to do is watch the one you love, love someone else

12/06/11

Te quiero para mí

Estaba sentada en el gras, y tu cabeza sobre mis piernas. Hablando sobre los miedos de salud que tenía y la situación difícil que enfrentaba por todo lo que no había esperado. Recuerdo que me dijiste no quisiera ser egoísta contigo, pero lo soy a la vez, te quiero para mí, y muchas palabras más.

Debo confesar que en ese momento entré en pánico, pues no sabía ni como actuar ante tremenda confesión medio posesiva. Realmente estaba bastante confundida y no sabía si quiera en dónde estaba sentada. Pero verte a los ojos y verme reflejada en ellos era suficiente para mí, para que finalmente me sienta tranquila y feliz.

Las interminables conversaciones por skype, fría tecnología, son los recuerdos de los tan memorables te quiero para mí y el comienzo de los quiero un vida contigo. Recuerdas las canciones en el inbox de Facebook, en algún ataque de negación, borré todo eso, quizás para lastimarme, quizás para no recordar.

“Tener una casa de campo, un departamento y una casa normal. Dos hijos de los que no nos interesa el sexo, solo que los trataremos de la misma manera a ambos. “

Aún quiero que me lleves a la casa de tu abuelo, aún quisiera ser quien con una mirada cambia tu mundo, quisiera ser mucho en tu vida, pero no puedo decirlo y lo tengo que callar aquí adentro. Aún quiero que compres ese auto que es seguro para llevar a los niños atrás y que tenga todo en el timón, aún quiero jugar con tu cabello, aún quisiera tenerte y que me tengas, pero ya no puedo.

Tengo que seguir haciendo lo de siempre, limitarme al brillo de tus ojos, limitarme a no verte más como algo más fuerte, tengo que verte de frente como amigo, como un hermano, como un pasado inexistente.
Mejor refugio: Olvidar.